Uso de Dosto en caso de estrés térmico
Apoyo del aceite de orégano durante el estrés por calor.
El aumento de temperaturas y los periodos sin lluvias son cada vez más frecuentes y pueden convertirse en un gran problema para nuestra ganadería. A principios de los años 1980, había alrededor de 175 horas al año en la granja a temperaturas medias de 25°C. 40 años después, esta cifra se había más que duplicado hasta alcanzar las 375 horas (Müller, 2022).
La producción de carne, leche y huevos también genera cantidades considerables de calor, que pueden acumularse en el establo. Esto resulta especialmente problemático cuando los niveles de humedad también son altos.
Los animales comen menos, su rendimiento y fertilidad disminuyen y automáticamente son más susceptibles a las enfermedades infecciosas.
El sistema inmunológico debe luchar contra el intestino permeable, que se observa a menudo en el ganado. Durante condiciones de estrés por calor, se bombea más sangre a la superficie del cuerpo para enfriarla durante las altas temperaturas.
Además de las medidas técnicas y constructivas en la granja, es imprescindible, por supuesto, disponer de agua suficiente y de buena calidad. Sin embargo, el plan de alimentación también puede ayudar a los animales durante períodos de calor extremo.
El aceite esencial de orégano contenido en la ración puede contribuir significativamente a reducir los efectos negativos del estrés por calor. Muchos estudios internacionales han demostrado que el aceite esencial de orégano, como agente aromatizante, puede mantener un alto consumo de alimento, especialmente durante períodos de estrés por calor, y así mejorar la eficiencia alimenticia.
Un ensayo demostró que el aceite de orégano DOSTO tuvo un efecto positivo sobre el rendimiento zootécnico, la morfología intestinal y la calidad de la carne en pollos de engorde criados en condiciones de estrés por calor (Tailandia: temperaturas entre 30 y 35°C y humedad entre 60 y 80%).
Los animales que recibieron DOSTO tuvieron una mejor tasa de conversión alimenticia que los animales de control. Además, la proporción entre la altura de las vellosidades y la profundidad de las criptas en el intestino fue mayor, lo que se correlacionó con una mejor digestión y absorción de nutrientes.
Además, después del sacrificio, la pérdida por exudado de la canal en los grupos experimentales fue significativamente menor (p<0,01) que en el grupo de control y también se inhibió la oxidación de lípidos, lo que prolongó la duración de la conservación de la carne de pollo.