¿Qué es la agricultura regenerativa?
La agricultura regenerativa se centra en mejorar la calidad del suelo. En esencia es un método de producción que mejora, en lugar de agotar, los recursos naturales de la agricultura.
En las últimas décadas, la agricultura ha tenido un impacto negativo en el suelo, las aguas subterráneas y la biodiversidad en muchos lugares. Al aplicar la agricultura regenerativa, no solo analizamos cómo se puede reducir este impacto negativo, sino que también trabajamos en la restauración del suelo. Esto se hace mediante el uso de procesos naturales.
Con la agricultura regenerativa se tienen en cuenta varios aspectos, como el uso de:
- Estiércol animal en lugar de fertilizante.
- Ningún o mínimo cultivo del suelo.
- Uso de la rotación de cultivos.
Y también el uso de plantas ‘cubresuelos’, como el trébol y el plátano.
¿Por qué? Esto estimula el suelo y la biodiversidad, permitiéndole maximizar los rendimientos sin agotar el suelo.
Pero, ¿qué significa regenerativo?
La regeneración es un proceso natural. Es el recrecimiento, renovación y creación de células y tejidos perdidos. En agricultura, esto significa que los restos de antiguos cultivos y los fertilizantes naturales sustentan los nuevos cultivos. Esto se debe a que la vida del suelo los convierte en las sustancias que necesitan las nuevas plantas.
¿Por qué elegir la agricultura regenerativa?
Al elegir la agricultura regenerativa, eliges mejorar la salud del suelo, la biodiversidad y el medio ambiente, y también generas beneficios ecológicos:
- Esto restablece la fertilidad del suelo.
- Promueve un ecosistema equilibrado.
- Y reduce la contaminación del agua y del suelo.
La agricultura regenerativa se basa en el principio de que un suelo sano garantiza cultivos sanos. El suelo se puede comparar con el tracto gastrointestinal de los animales, que es fundamental para su salud. Si algo no va bien allí, lo notarás inmediatamente en tus animales. Funciona de manera similar con los cultivos. Si la salud del suelo no es óptima, nunca podrás extraerle el máximo partido a tus cultivos.
Para la transición a la agricultura regenerativa, no existe un sistema o modelo fijo que pueda usarse exactamente de la misma manera en todas partes. Utiliza principios ecológicos y éticos de una manera que se adapta a la biosfera, la cultura, el suelo, los agricultores y la comunidad locales de su granja.
Mejorar la diversidad del suelo con agricultura regenerativa
La falta de biodiversidad se menciona a menudo en los medios, pero lo que no se menciona es que la mayor parte de la biodiversidad se encuentra en el suelo. En un suelo sano existe una enorme interacción entre las diversas bacterias (naturales), hongos y pequeñas criaturas que convierten los residuos de los cultivos en sustancias que pueden ser absorbidas por la planta.
Los cultivos y las plantas trabajan en estrecha colaboración con estos hongos y bacterias. Bajo la influencia de la luz solar, el cultivo convierte el agua y el CO2 en azúcares y ese es el motor que impulsa la vida del suelo. Este motor funciona a máxima velocidad cuando el cultivo está verde. Los cultivos proporcionan el alimento que la vida del suelo necesita. La vida del suelo, a su vez, garantiza que los nutrientes que el cultivo necesita para mantenerse sano se liberen en el suelo.
De esta manera, la vida del suelo y los cultivos se comunican entre sí, de modo que ambos pueden darse lo que necesitan para mantenerse saludables. Al plantar los cultivos adecuados, dejas que la naturaleza siga su curso.
Cuando se perturba el suelo, también se perturba esta biodiversidad. Al arar, por ejemplo, se pueden destruir los hongos (largos) del suelo, y la recuperación de éstos requiere mucho tiempo y energía. Como resultado, sus cultivos pierden los nutrientes que necesitan para crecer sanos y bien. En la agricultura regenerativa, se aplica un cultivo mínimo o nulo del suelo.
Agricultura regenerativa en Denkavit
En Denkavit iniciamos la agricultura regenerativa en 2023 en nuestra DenkaFarm en Voorthuizen. Aquí cultivamos en franjas y hay franjas de flores entre los cultivos para promover el control natural de plagas.
Hacemos esto porque creemos que este método puede ayudar a los agricultores a hacer que sus operaciones comerciales sean más saludables y reducir riesgos, como la sequía o el exceso de agua. Hemos logrado buenos resultados en el primer año, pero también considerando que se necesitan varios años antes de encontrar el equilibrio correcto entre el diseño y el suelo.
Si la calidad del suelo mejora, la calidad de los cultivos también mejorará, lo que beneficiará la salud de los seres humanos y los animales. Queremos investigar esto más a fondo en los próximos años.
