Denkavit Ibérica, en proceso de disponer de la certificación GMP Plus de buenas prácticas
Denkavit Ibérica se encuentra en pleno proceso para la obtención de la certificación GMP Plus B3, un estándar que define las condiciones de seguridad, producción, almacenamiento y transporte de alimentos, así como las condiciones para los trabajadores y las instalaciones de producción de alimentos.
La abreviatura GMP significa buenas prácticas de fabricación y comercialización. Incluye todos aquellos esfuerzos que realiza una empresa destinados a mejorar las condiciones internas y externas, para de este modo prevenir o minimizar el riesgo de contaminación de productos. La concesión del sello GMP garantiza la integridad del proceso de fabricación de alimentos y su conformidad a los reglamentos de seguridad alimentaria y comercialización.
El sistema GMP Plus está especialmente arraigado en empresas del sector ganadero, sobre todo en las productoras de piensos y empresas de distribución. Su concesión es garantía de seguridad en el control y en la venta de alimentos para los animales, puesto que se basa en el hecho de que las empresas productoras y distribuidoras demuestran sus esfuerzos en esta dirección y crean condiciones de producción saludables y confiables para las granjas de ganado con un aval de calidad.
Establecido por primera vez en 1992 en Holanda y adoptado posteriormente por toda la Unión Europea, el titular del sello GMP Plus tiene en cuenta aspectos como la higiene de los piensos, los procedimientos de registro y aprobación de los establecimientos de los mismos y las condiciones necesarias para garantizar su trazabilidad, así como la regulación de los principios necesarios (procesos de producción y alimentación de animales, la importación y exportación de alimentos, y las actividades de producción primaria de los operadores de alimentos hasta la introducción de alimentos en el mercado).
Desde Denkavit Ibérica se está trabajando en implementar todos estos preceptos en su actividad, adoptando políticas como realizar por escrito los procesos y métodos de producción; definir el equipo, los entornos de trabajo y los laboratorios utilizados en la producción; aplicar los procesos escritos en la empresa; determinar los puntos de control necesarios; llevar a cabo inspecciones; y diseñar actividades correctivas, para así aplicar las medidas correctoras necesarias y garantizar una mejora continua.