Terneros de cria, Terneros de engorde - 24 enero 2024

El daño causado por la neumonía puede tener un impacto negativo y duradero en los terneros, especialmente en otoño, los terneros son más susceptibles a esta enfermedad, ya que el aire suele ser muy húmedo y la posibilidad de corrientes de aire sobre los terneros aumenta debido al frío y al viento adicionales. A corto plazo, esto puede provocar retrasos en el crecimiento y en el desarrollo, y ello conlleva costes adicionales debido a la atención y a los tratamientos. A menudo se pasan por alto los problemas a largo plazo, que son igualmente importantes. Los alvéolos que se dañan durante la neumonía suelen tener daños permanentes y disminuye la capacidad respiratoria del ternero toda su vida.

Varios factores pueden influir en los problemas respiratorios, como por ejemplo, resistencia reducida del ternero a bacterias y virus patógenos y factores ambientales.

A continuación, se presentan una serie de consejos prácticos para prevenir la neumonía.

  1. Resistencia a infecciones pulmonares

Asegurar un buen suministro de calostro es muy importante para la resistencia a las infecciones pulmonares. También se pueden añadir manejos adicionales como leche de transición o Denkacare Vitalfirst, que mejoran la calidad y la digestión del calostro y contribuyen a una mejor resistencia a las infecciones. Un ternero con diarrea es más sensible a los problemas pulmonares. Denkacare Vitalcure puede apoyar la vitalidad del ternero y disminuir los casos de diarrea durante los primeros 10 días.

La desinfección del ombligo también incide en el número de problemas respiratorios. Los estudios en granja experimental demuestran que desinfectar el ombligo con yodo (5-10%) después del nacimiento reduce los problemas respiratorios de forma significativa. En los terneros cuyos ombligos no han sido desinfectados, la tasa de mortalidad es más de 2,5 veces mayor y el porcentaje de infecciones respiratorias es casi 3,5 veces mayor. Por supuesto, la utilidad de la desinfección es mucho mayor si el ambiente en el que se mantiene al ternero está limpio y seco.

El programa de alimentación debe ser el óptimo para el sustento y el crecimiento. Si la alimentación no es el adecuado, la resistencia a infecciones se reduce, lo que hace que el ternero sea más susceptible a virus y bacterias. Un buen consumo de pellets y forraje contribuye a que el ternero sea más resistente. Un rumen maduro y activo produce calor y eso hace que los terneros sean más resistentes.

  1. Bacterias, virus y micoplasmas

Para dar menos posibilidades a los patógenos, es importante que haya suficiente intercambio de aire en los establos. La ventilación elimina los gases residuales (CO2 y NH4) y la cantidad de gérmenes (en UFC/m3). El aire limpio y fresco contribuye de manera importante en mantener los pulmones sanos y activos.

Si hay problemas respiratorios en su granja, es importante determinar junto con su veterinario qué gérmenes son la causa. El veterinario podrá entonces recomendar tratamientos curativos o preventivos adecuados. Pueden utilizarse tratamientos específicos, aditivos o vacunas preventivas, por ejemplo, el aditivo preventivo Denkacare Vitalair.

Los terneros con el virus BVD son mucho más susceptibles a padecer problemas respiratorios. Debido a un sistema inmunológico debilitado, los terneros tienen más probabilidades de desarrollar neumonía y diarrea.

  1. Ambiente

Un buen ambiente estable o controlado es muy importante para prevenir la neumonía. Los terneros que se enfrían por las corrientes de aire frío, son muy vulnerables.

Asegúrese de que no haya corrientes de aire en los corrales donde crecen de terneros. Pequeñas grietas o puertas abiertas pueden hacer que el aire se mueva demasiado rápido. Un ternero joven produce muy poco calor y, por tanto, es muy sensible al frío. Por lo tanto, el aire frío debería proceder preferentemente desde el suelo.

Una manta o funda para terneros hace que sea más fácil lidiar con las diferencias de temperatura. En buenas condiciones (cama seca y gruesa), un ternero tiene una zona de temperatura de confort de 15⁰C o más. En condiciones desfavorables (como una cama húmeda), cogen frío rápidamente.

Suficiente cantidad de paja en la estancia, asegura que un ternero no esté mojado o frío, ya que un ternero que tiene frío también tiene una resistencia a las infecciones reducida. Además, una buena ventilación reduce la recontaminación de infecciones intestinales como la criptosporidiosis y la coccidiosis.

Conseguir un buen ambiente en los establos es complicado por lo que puede recurrirse a profesionales del control de ambiente, especializados en crear buenas corrientes de aire. Los especialistas de Denkavit disponen de buenos equipos de medición para mejorar el ambiente de las instalaciones.

Si sospecha que sus terneros tienen problemas respiratorios, asegúrese siempre de tomarles la temperatura primero. La temperatura corporal normal de un ternero se sitúa entre 38,5 y 39,5 ⁰C. Por encima de eso, el animal tiene fiebre y hay que actuar en consecuencia.